El uso de robots en los procedimientos quirúrgicos significa potenciar las habilidades de un cirujano debido a su alta precisión y tecnología.

Estos factores incluso se han vuelto insustituibles en algunos casos, pero ¿qué tan exponencial ha sido su introducción en México? Y ¿qué tan factible es que esta tecnología se ponga al alcance de las personas que acuden a la asistencia pública? 

En el mundo, de acuerdo con la empresa creadora del sistema quirúrgico Da Vinci, el año pasado se hicieron alrededor de 1 millón de cirugías por robots, el crecimiento del 2017 al 2019 fue de 18% y se espera que para el 2020 crezca de 13 a 17%; sin embargo, dos terceras partes de los robots cirujanos existentes se encuentran en Estados Unidos.

En México se tienen 11 y, hoy por hoy, la cirugía a través de esta tecnología se concentra en la Ciudad de México, en unidades del sector salud. El doctor Luis Gómez Hermosillo, coordinador del módulo de cirugía robótica del CIAM 2019, explicó a El Economista que muy probablemente quien pueda levantar la mano y decir “nosotros podemos dirigir algo de esto hacia el interior de la República” será un hospital afiliado a una universidad y que atienda a una gran parte de la región.

Viabilidad de más programas

El dinero surge de varias fuentes, explica el también docente, no sólo del sector salud federal, por ejemplo, el programa de cirugía laparoscópica que él dirige está dentro del Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Conacyt, por lo que una fuente de financiamiento es ésta, ya que sus alumnos están involucrados y no se debe negar la posibilidad de aprender esa tecnología. Otra parte de los recursos puede llegar por la iniciativa privada “que siempre ha estado interesada en participar en hospitales grandes y universitarios con programas de excelencia”; además, los gobiernos locales son otro eslabón, “porque el estado sabe que mejorar la salud de su comunidad es prioritario”.

También se buscarán alternativas viables y separadas al Da Vinci, robot que domina el campo de la cirugía robótica actualmente, entre ellas está la investigación de Johnson y Google que busca crear un robot que va a incorporar toda la información de Google en el momento en que se está haciendo la cirugía.

El robot es el instrumento más sofisticado hasta ahora en la historia de la cirugía, pero “si el cirujano es malo, el robot no hará lo contrario; si el cirujano es bueno, dará muchas facilidades técnicas para hacer las cosas mejor”. En este sentido,  tan importante es adquirir los robots como capacitar a los médicos. 

 

Fuente: El Economista sección tecnología / salud . Artículo escrito por: nelly.toche@eleconomista.mx