La búsqueda de la calidad es una característica innata a la condición humana, sin embargo, a veces nos envuelve la rutina del trabajo diario y olvidamos darle la importancia necesaria.

Siempre asociamos a Deming y Donabedian con la calidad total y la búsqueda de realizar control de las variaciones de los procesos con monitoreos estadísticos en el sistema de salud, sin embargo, es en 1999 con la publicación de ”Errar es humano” en donde se enfatizaba la necesidad de construir un sistema de salud más seguro centrado en la seguridad del paciente cuando se llamó fuertemente la atención del público de nuevo hacia la calidad, al documentar en esta publicación que se producían de entre 44,000 a 98,000 muertes debidas a errores durante la atención del paciente. 

En 2001, otra publicación “Cruzando el abismo de la calidad: un nuevo sistema de salud para el siglo XXI” pide un cambio en el sistema de prestación de la atención de la salud a través de un rediseño completo entre las relaciones del paciente, el proveedor y los procesos de atención al paciente, lo que condujo a mejorar la atención de la salud; sin embargo es algo que debemos implementar como una actividad continua, teniendo que dar atención, monitorizar y reinventar en caso de ser necesario.

Como parte de la calidad a la atención, un punto fundamental es la prevención de Infecciones Asociadas a la Atención a la Salud (IAAS) que antes eran conocidas como Infecciones Nosocomiales o Intrahospitalarias.

El término cambió porque el avance de la Medicina ha provocado que se tengan muchos procesos o instituciones de atención ambulatoria, que al igual que los hospitales conllevan riesgos y podrían ocasionar la presencia de una IAAS y esta no estaría contenida en la antigua definición en donde se especificaba la permanencia en el hospital de 48 a 72 hr para la presencia de una infección nosocomial; así que aceptemos el nuevo término para estar actualizados y poder comunicarnos uniformemente en el mundo.

La calidad referente a la prevención de infecciones se enfoca en minimizar los riesgos para la generación de una IAAS de manera global, lo que implica tomar en cuenta todos los factores desde la infraestructura, insumos, relaciones interpersonales con autoridades, personal y pacientes, procesos de atención y necesidades sentidas y esperadas de los involucrados, algo tal vez demasiado complejo; sin embargo, se han usado las herramientas de calidad y dentro de estas un modelo simple es el ciclo PDSA, por sus siglas en inglés, en el cual hay 4 pasos básicos:

1. Planear qué se necesita cambiar,para lo cual tendría que conocer cada rincón de su hospital, cuál es el enfoque de atención que ofrece al paciente, que población acude, como están los procesos de atención del paciente, todo ello para hacer un análisis cuidadoso y determinar qué proceso es el que tiene que cambiar y pueden ser varios, pero debe priorizar e iniciar por el más importante que le permita minimizar los riesgos para generación de la primera causa de IAAS en su hospital.

Definiendo la meta y objetivos a lograr, es importante que estos sean alcanzables. Al conocer perfectamente dónde está desarrollando sus actividades y los problemas que enfrenta referente a recursos y apoyos debe ser ambicioso, pero cuidar el no ser demasiado exigente porque puede tener un resultado contrario, si el equipo que ha hecho tanto trabajo se desilusiona al no alcanzar la meta y piensa que todo fue en vano abandonando la estrategia implementada. 

Así que, definamos metas y objetivos alcanzables ya que estos seguirán mejorando a futuro. Para ello tenemos herramientas como el análisis de causa raíz, análisis de modos y falla, la gráfica de Pareto y otros que podemos usar para ser más objetivos y claros.

2. Hacer. Poniendo manos a la obra y teniendo estrategias de cómo actuar ante el problema identificado, llevando a cabo todo a la acción, incluyendo determinar los responsables y definiendo las actividades específicas, el monitoreo y medición.

3. Estudiar. Se refiere a que dentro del desarrollo de la estrategia siempre se tendrá en cuenta la forma de dar seguimiento a esta, determinando las barreras de seguridad que permitan conocer que estamos haciendo lo correcto y avanzando en la dirección planeada, así como que se está controlando el problema, para ello siempre debemos tener indicadores que midan el progreso.

4. Actuar. El análisis anterior va a permitir definir cuáles procesos son correctos para implementarlos como rutina y seguir una mejora continua. Hemos minimizado riesgos de generación de IAAS, lo que incrementó la calidad de atención de los pacientes y seguridad no sólo de ellos sino también del personal de salud. También nos permite determinar qué proceso debemos abandonar que no funcionó o modificar si es factible en un nuevo ciclo de calidad, se buscan nuevas actividades para mejorar la estrategia implementada o se inicia la atención del segundo problema en prioridad.

Lo importante es que este ciclo es continuo dinámico, nos permite una mejora que será infinita, porque siempre hay algo que mejorar, esto tiene que volverse un hábito dentro de nosotros mismos y nuestras instituciones.

La aplicación de la calidad en prevención de infecciones nos refiere a la meta internacional de seguridad del paciente número 5 que determina la prevención de IAAS, dando énfasis al programa integral de higiene de manos aplicable en todo el hospital como uno de los indicadores de esta meta. 

En este programa deben incluirse en primer lugar los insumos, la monitorización de la calidad del agua con la medición del cloro residual, el tener la infraestructura de estaciones de lavado y solución alcoholada en la zona de atención del paciente, la capacitación y entrenamiento del personal, visitantes, familiares y pacientes para que realicen la higiene de manos de forma correcta en los 5 momentos, la evaluación (indicadores), monitorización y análisis de las observaciones obteniendo el porcentaje de cumplimiento de adherencia a higiene de manos, de la calidad y abasto de los insumos, del entrenamiento impartido; determinando las acciones a modificar para alcanzar los indicadores planeados.

Se notifican los resultados y las necesidades que se detecten con la finalidad de que se gestione el apoyo de solución. Así todos realizarán la medida más simple y económica de prevención de infecciones, que es la higiene de manos y el hospital tendrá su primera herramienta para minimizar el riesgo de generación de IAAS. 

La calidad del hospital, por otra parte, considera como uno de los sistemas críticos al programa de prevención y control de infecciones, por lo cual todas las instituciones debemos tener tres elementos fundamentales: 

  1. Comité de Infecciones que es el que da las directrices normativas de acuerdo a los estándares internacionales y nacionales. 
  2. Programa de Prevención y Control de Infecciones (PCI) de acuerdo al tamaño y función de la institución, que integre la participación de todas las personas que se encuentran en el hospital internos y externos, que delimite las acciones y estrategias de prevención a llevar, describa la monitorización y la medición, presente el análisis y resultados a los servicios y autoridades con retroalimentación programada, todo ello con la finalidad de una mejora continua. 
  3. Unidad de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria, la cual realiza la parte operativa de vigilancia, aplicación de estrategias de prevención y capacitación de todo el personal y otras personas que se encuentren en el hospital incluyendo pacientes, el fortificarse al migrar a sistemas informáticos que permitan tener un mejor control de los avances del PCI.

La calidad de la atención incluye, como hemos visto anteriormente, la prevención de riesgos de IAAS pero tenemos que lograr que todo el personal de salud integre esta idea como parte de su hacer diario, que se introduzcan los principios de calidad en el ente como parte de nuestro desarrollo personal y como algo cotidiano que llevará como resultado que cualquier actividad que realicemos esté desarrollada bien desde la primera vez, basada por supuesto en las normas, guías, manuales e instrucciones de trabajo, que se realice de manera sistematizada por cada uno de los que integran los procesos. 

Para ello necesitamos que todos estemos en la misma línea, el apoyo de las autoridades, la gestión de los recursos humanos, materiales y equipo, así como la calidad de estos y el realizar el mantenimiento preventivo y correctivo es fundamental y debe estar integrado, al final obtendremos una cultura de seguridad de todo aquel que se encuentre en la institución.

El componente de seguridad del paciente en la prevención de infecciones incluye 5 módulos que se centran en: 

  1. Eventos asociados con dispositivos (infecciones del torrente sanguíneo asociadas a catéter, adherencia a las prácticas de inserción de vía central; infecciones del tracto urinario asociada a catéter urinario; eventos asociados con ventilador, neumonías asociadas a ventilador). 
  2. Eventos asociados a procedimientos (infecciones de sitio quirúrgico, infecciones locales de sitio de inserción de catéteres, infecciones asociadas a intubación mecánica).
  3. Agentes antimicrobianos utilizados durante la atención de la salud (uso inadecuado de antimicrobianos). 
  4. Organismos multirresistentes (infecciones por Clostridioides difficile, microrganismos multidrogoresistente, resistencia a cabapenems). 
  5. Enfermedades infecciosas o atención de eventos catastróficos (impacto en el paciente, en el personal y hospital, dotación de personal de salud y suministros), así que las estrategias de prevención deben estar dirigidos a éstos.

En sí, la calidad en prevención de infecciones es el llevar a cabo la atención del paciente con todas las medidas de prevención incluyendo las precauciones estándar o universales, las precauciones específicas de aislamiento colocando las barreras de seguridad según la vía de transmisión cuando es necesario, el implementar estrategias de paquetes de verificación para prevenir infecciones asociadas a dispositivos, el tener el programa de optimización de uso de antimicrobianos y un programa de prevención y control de emergencias y catástrofes hospitalarias, pero lo más importante es que la atención diaria del paciente se lleve a cabo de manera segura, oportuna, eficiente, centrada en el paciente, sea equitativa y efectiva. 

Con esto último, se reducirían de manera importante la mayoría de los riesgos al estar controlados por un adecuado desarrollo de los procesos de atención, así que la invitación es que cada uno del personal de un hospital lleve a cabo sus labores con la conciencia y compromiso de realizarlo, con calidad lo que implica que debe estar actualizándose continuamente y enfrentando los retos que conlleva nuestro sistema de salud buscando nuevas oportunidades y gestionando lo necesario para la mejora continua.

 

Fuente:

Hernandez Orozco, H. (2021).CALIDAD DE ATENCIÓN Y PREVENCIÓN DE INFECCIONES. Horizontes del Conocimiento, 142(1), https://www.aesculapseguridaddelpaciente.org.mx/docs/revista/2021/Diciembre2021.pdf

 

El control de calidad es una parte fundamental del operamiento de cualquier área médica, en Arkanum, como proveedores nos comprometemos con este proceso asegurando suministros de la más alta calidad. Si estás interesado en ellos, siempre puedes consultarlos desde nuestra página:
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