¿Tengo buena salud mental?

La salud mental es un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.

En un mundo que parece girar cada vez más rápido, donde las demandas laborales, familiares y sociales pueden abrumarnos fácilmente generando factores que contribuyen al estrés, la ansiedad y la depresión, es fundamental prestar atención a nuestra salud mental.

Pero ¿Cómo sé si tengo buena salud mental? A continuación, te presentamos algunas señales de riesgo:

En esos casos, puedes estar enfrentando un cuadro clínico que amerite atención, estudio y tratamiento correspondiente.

 

Trazando un Camino hacia la Salud Mental: la Depresión en México

Un estudio realizado en 2019 reveló que 15 de cada 100 mexicanos sufría depresión antes de pandemia y esta cifra aumentó considerablemente los años posteriores, incluso se han registrado personas que jamás han sido diagnosticadas y viven hasta 15 años sin saber que tienen esta afección, que se manifiesta por un estado anímico de nostalgia profunda.

De acuerdo con Alfonso Andrés Fernández Medina, científico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), niños y adolescentes entre 12 y 22 años de edad sufrían depresión, con sintomatología de irritabilidad y violencia. Otra población vulnerable son los adultos de más de 65 años, que debido a la falta de empleo, cambio de vida o pérdida de la pareja tienen una sensación de desesperanza.

Este tipo de enfermedades mentales no respeta condición social ni edad, y existen factores que pueden predisponerla, como la violencia, las carencias económicas y otras circunstancias que pueden influir en las personas y alterar su paz mental tales como:

Presión laboral: Las exigencias en el trabajo, como los plazos ajustados, las largas horas laborales, la competencia laboral y el miedo al desempleo.

Problemas financieros: Las preocupaciones relacionadas con el dinero, como deudas, la incapacidad para llegar a fin de mes o la inseguridad financiera.

Relaciones interpersonales: Los conflictos en relaciones personales, ya sea con la pareja, la familia, los amigos o los compañeros de trabajo, y la falta de apoyo social en general puede contribuir a la sensación de soledad.

Tecnología y conectividad constante: Si bien la tecnología nos brinda muchas ventajas, también puede contribuir al estrés y la ansiedad al mantenernos constantemente conectados y disponibles. La presión para responder de inmediato a correos electrónicos, mensajes y notificaciones puede generar una sensación de sobrecarga y agobio.

Expectativas sociales: Las expectativas sociales y culturales sobre cómo deberíamos vivir nuestras vidas o cumplir con ciertos estándares de éxito pueden generar estrés y ansiedad si sentimos que no estamos a la altura de esas expectativas.

Problemas de salud física: Las enfermedades crónicas, el dolor físico y la discapacidad pueden afectar significativamente la salud mental.

Eventos traumáticos: como la pérdida de un ser querido, el abuso, la violencia o desastres naturales.

Factores biológicos y genéticos: existen personas que pueden tener una predisposición genética a desarrollar trastornos de ansiedad o depresión, lo que puede aumentar su vulnerabilidad frente a los desencadenantes ambientales.

 

5 Estrategias para nutrir tu bienestar mental

En este punto de la lectura te habrás percatado de que el estrés, la ansiedad y la depresión son problemas comunes en la sociedad actual, pero existen estrategias que podemos adoptar para cuidar nuestra salud mental y mantenernos equilibrados en medio de la vorágine diaria. En seguida te compartimos 5 tips para cuidar tu salud mental:

  1. Prioriza el Autocuidado

El autocuidado es fundamental para mantener una buena salud mental. Dedica tiempo cada día para cuidar de ti mismo. Esto puede incluir actividades tan simples como tomar un baño relajante, leer un libro que te guste, practicar algún deporte o pasatiempo, o simplemente tomarte un momento para respirar y relajarte. No subestimes el poder de dedicar tiempo a tus propias necesidades.

  1. Establece Límites

En un mundo donde la tecnología nos mantiene conectados las 24 horas del día, establecer límites es esencial. Aprende a desconectar de vez en cuando, ya sea apagando tu teléfono móvil durante algunas horas al día, limitando el tiempo que pasas en las redes sociales o estableciendo horarios para revisar tu correo electrónico. Respetar estos límites te ayudará a reducir el estrés y a mantener una mente más tranquila.

  1. Practica la Atención Plena

La atención plena, o mindfulness, es una técnica que nos ayuda a estar en el momento presente y aceptar nuestras emociones y pensamientos sin juzgarlos. Dedica unos minutos al día a practicar la atención plena, ya sea a través de la meditación, la respiración consciente o simplemente prestando atención a tus sensaciones físicas y emociones. Es importante que sepamos que las emociones no son ni buenas ni malas. Todas las emociones son necesarias y son una gran forma para entender el mundo que nos rodea. Por ejemplo, el miedo sirve para estar alerta ante el peligro. Tomar precauciones y hablar con alguien de confianza sobre lo que tememos puede ayudarnos. Por otro lado, la frustración nos permite ver cuando las cosas no salen como queremos y que aprender a resolver problemas y a pedir ayuda cuando lo necesitemos, es una solución. La tristeza es la reacción que podemos tener cuando algo nos conmovió; A la tristeza la podemos abrazar como a una emoción más, recordando siempre que es una reacción que pasará y si no es así, podemos pedir ayuda. Aunque reconocer nuestras emociones a veces pueden causarnos incomodidad, la atención plena puede ayudarte a cultivar una mayor sensación de calma y bienestar.

  1. Busca Apoyo

No tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites. Habla con amigos, familiares o profesionales de la salud mental si estás experimentando dificultades emocionales. A veces, simplemente hablar con alguien de confianza puede aliviar una gran carga emocional. Si sientes que necesitas ayuda profesional, no dudes en buscarla. Los terapeutas y consejeros están capacitados para ayudarte a manejar tus emociones y a desarrollar estrategias para cuidar tu salud mental.

  1. Encuentra un Equilibrio

En un mundo acelerado, es fácil caer en la trampa del trabajo excesivo y la falta de descanso. Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio entre el trabajo, el descanso y el tiempo para ti mismo. Dedica tiempo a tus relaciones personales, a tus pasatiempos y a actividades que te hagan feliz. Recuerda que el bienestar mental es igual de importante que el éxito profesional o los logros materiales.

Es importante recordar que la salud mental es un tema complejo, multifacético, y que la interacción de múltiples factores puede influir en la forma en que nos sentimos y nos comportamos. Reconocer estos desafíos y buscar formas saludables de hacerles frente es fundamental para mantener una buena salud mental en la sociedad actual.

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Fuentes

https://www.unicef.org/mexico/c%C3%B3mo-cuidar-tu-salud-mental

https://www.infobae.com/america/mexico/2019/06/26/alerta-mental-en-el-pais-15-de-cada-100-mexicanos-padece-depresion-y-no-lo-sabe/

https://www.clinicaalemana.cl/articulos/detalle/2022/consejos-para-mantener-una-buena-salud-mental-en-el-dia-a-dia