Los diagnósticos más comunes en niños y adolescentes son: perturbación de la actividad y atención, depresión, ansiedad, retraso mental y autismo.

«El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH por sus siglas), es un problema de salud pública que afecta el desarrollo y calidad de vida de las personas. Que se puede detectar antes de los seis años, con una incidencia del 5% al 7% en niños y un poco más bajo en niñas; en la adolescencia prevalecen los síntomas y en la adultez persiste hasta en un 50%.» Así lo dio a conocer la Mtra. en Psicología para la Salud, María Olga Montalvo Hernández de la Clínica Psiquiátrica Dr. Everardo Neumann Peña.

La funcionaria de Salud, remarcó que las personas con TDAH manifiestan  comorbilidades con trastornos de ansiedad,  depresión, problemas con el consumo de sustancias,  alteración de la personalidad y conducta antisocial.

«El TDAH se caracteriza por alteraciones cognoscitivas, conductuales, emocionales y sociales que repercuten en el comportamiento global de la persona que lo padece».

Actualmente se ha manifestado un crecimiento considerable en el Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y del Adolescente, así como en el Servicio de Atención a la Familia SAFAM de la Clínica Psiquiátrica, donde del total de las 3 mil 531 consultas que se otorgaron durante el año 2018, específicamente en el área de Psiquiatría Infantil 918 fueron pacientes de primera vez y 2 mil 613 fueron consultas subsecuentes, es decir personas que acuden regularmente a la Clínica Psiquiátrica», indicó.

La médico psiquiatra precisó que según los registros hospitalarios, en la clínica frecuentemente se atiende a niños de 3 a 17 años, teniendo como diagnósticos más comunes la Perturbación de la Actividad y Atención (34.8%), Episodio Depresivo (28.3%), Trastorno de Ansiedad Generalizada (8.2%), Retraso Mental (6.2%), Autismo (4.8%) y todos los demás (17.7%).

Finalmente la Mtra. En Psicología para la Salud, refirió la importancia del diagnóstico oportuno, pues su tratamiento permite disminuir los riesgos que conlleva tales como sufrir maltrato infantil, rechazo escolar o bullying, aislamiento social y, -en los adolescentes-, el consumo de sustancias nocivas para su salud.

Fuente: Secretaría de Salud