La ansiedad es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno.

Habría que diferenciar entre miedo (el sujeto conoce el objeto externo y delimitado que le amenaza y se prepara para responder) y ansiedad (el sujeto desconoce el objeto, siendo la amenaza interna y existiendo una dificultad en la elaboración de la respuesta).

La ansiedad es anormal cuando es desproporcionada y demasiado prolongada para el estímulo desencadenante. Regularmente se incrementa cuando se comienza a pensar en consecuencias futuras o diversos panoramas que aún no se están experimentando.

Cuáles son sus causas?

Las causas fundamentales son los factores genéticos, existiendo una predisposición al trastorno, aunque se desconoce su contribución exacta y el tipo de educación en la infancia y la personalidad, presentando mayor riesgo aquellas personas con dificultad para afrontar los acontecimientos estresantes.

Entre los factores precipitantes de la enfermedad estarían los acontecimientos estresantes, en particular las dificultades en las relaciones interpersonales, las enfermedades físicas y los problemas laborales.

 ¿Cuáles son los síntomas más habituales?

Existen distintos cuadros clínicos en los que la ansiedad es el síntoma fundamental:

La ansiedad es un trastorno que afecta seriamente la salud pues debilita nuestro sistema inmune provocando -dependiendo la intensidad- enfermedades que pueden ser desde un dolor de cabeza, gripa, tos, falta de sueño, migraña crónica entre muchos otros.

A nivel mental es muy importante concentrarse en el momento presente evitando pensar a futuro, generar panoramas alternativos para una misma situación por lo que se recomienda tomarse breves momentos del día para meditar o despejar la mente. Caminar o hacer un deporte de preferencia al aire libre.

Los hábitos simples ayudan a combatir la ansiedad como: comer bien y a sus horas, dormir lo suficiente y en un espacio de tranquilidad, socializar, evitar el consumo excesivo de alcohol, no fumar, disminuir el consumo de café y té.

 

Fuente: BUAP