El ventilador mecánico es un aparato que suple la función respiratoria de una persona, que no puede o no se desea que lo haga por sí misma, de forma que mejore la oxigenación e influya así mismo en la mecánica pulmonar. El ventilador es un generador de presión positiva en la vía aérea que suple la fase activa del ciclo respiratorio (se fuerza la entrada de aire en la vía aérea central y en los alveolos).

El principal beneficio consiste en el intercambio gaseoso y la disminución del trabajo respiratorio. Requiere la instalación de un tubo en la tráquea, que se conectará al circuito del ventilador, el cual llevará flujo de aire desde y hacia el ventilador.

“El ventilador cuenta en su circuito, con humidificador y base calefactora, que permite que el aire que entra al pulmón del paciente esté a temperatura corporal y, además, húmedo. También, hay sistemas que filtran el 99.9% de las bacterias y virus, para evitar su ingreso al sistema respiratorio”, señala la doctora Isabel González, Jefa de UCI Pediátrica de Clínica Alemana.

El peso, altura y la patología pulmonar que presenta cada paciente, hacen que los parámetros de los ventiladores deban ser ajustados a éstas y otras variables.

Otro componente indispensable de los ventiladores mecánicos, son las alarmas que avisan situaciones de riesgo, como, por ejemplo, la desconexión del circuito o que suba la presión por sobre los rangos establecidos.

A continuación, te dejamos un video muy ilustrativo que explica su funcionamiento: https://www.youtube.com/watch?v=fogD64yRrNM

Fuentes: Dr. Pablo Jorge Pérez. Coordinador Grupo de Trabajo RCP de la Sociedad Española de Cardiología. Complejo Hospitalario Universitario de Canarias. Doctora Isabel González, Jefa de UCI Pediátrica de Clínica Alemana.