Expertos en oftalmología han advertido de lesiones en los ojos por evitar revisiones tras el confinamiento por la crisis del COVID-19, así como por el sol y el cloro durante este verano. Indican la importancia de revisar la vista de personas adultas o con patologías previas, para prevenir daños que pueden causar incluso pérdida de visión.

Recomiendan un examen exhaustivo ocular para valorar posibles afecciones oculares post-confinamiento, para prevenir lesiones ocasionadas por el sol y el cloro y especialmente, para controlar a la población “de riesgo”.

La revisión debe ser de manera periódica, sobre todo en personas con problemas en la vista asociadas a la edad, glaucoma, pacientes con defectos de refracción como la miopía y la hipermetropía, diabéticos, hipertensos, aquellos con patologías corneales (ejemplo: queratocono) y con problemas de superficie ocular como los que presentan sequedad, queratitis o conjuntivitis.

En verano, la alta radiación solar y el cloro utilizado en las piscinas pueden provocar lesiones de cuidado en los ojos, que debe valorar un especialista. La queratitis actínica es una de las lesiones más comunes en esta época del año y se produce tras una exposición prolongada y sin protección al sol, provocando dolor, ojos rojos, lagrimeo y fotofobia, aunque los efectos suelen desaparecer en poco tiempo. Son habituales también las degeneraciones conjuntivales como el “pterigium” o la pinguécula y que pueden producir sequedad ocular, úlceras corneales, sensación de cuerpo extraño y problemas de refracción.

El exceso o presencia de cloro en el agua, puede producir en algunas personas irritación conjuntival tras 30-40 minutos de baño, provocando una conjuntivitis irritativa. Las personas que usan lentes de contacto deben tener cuidado especial ya que son más proclives a contraer una queratitis infecciosa. Se recomienda lavarse los ojos con agua dulce después de la piscina y, en la medida de lo posible, usar lentes de un solo uso, porque ejercen como esponja y su uso sin las medidas de protección e higiene adecuadas pueden derivar en infecciones.

La exposición prolongada al aire acondicionado produce sequedad ocular que puede originar molestias continuas. Para evitarlo, recomiendan usar lágrimas artificiales con ácido hialurónico y vitaminas que coadyuven a nuestra película lagrimal a permanecer en la córnea durante más tiempo, minimizando los efectos indeseables de la sequedad ocular o incluso haciéndolos desaparecer.

Fuente: Servicio de Oftalmología de Ribera Salud en el Hospital Universitario del Vinalopó.