El suelo es considerado un recurso natural NO RENOVABLE. Su degradación pone en riesgo la viabilidad de las actividades agropecuarias y forestales y de la misma sociedad.

 

Los suelos también se describen como «suelos sanos o suelos de calidad», porque describen suelos que no solamente son fértiles sino que también tienen propiedades físicas y biológicas para sostener la productividad, mantener la calidad del medio ambiente y promover la sanidad de plantas y de animales. ¿Pero, a qué se le llama calidad del suelo? La calidad del suelo quiere decir la capacidad de un tipo específico de suelo de funcionar para sostener la productividad de las plantas y de los animales, mantener o mejorar la calidad del agua y del aire y también de mantener la sanidad y la vivienda de los humanos.

 

Hoy en día los productores agropecuarios tienen muy claro la importancia de la conservación de los suelos para tener las óptimas condiciones de tierra que les permita la mejor plantación y por lo mismo han ido desarrollando diferentes técnicas y métodos para el cuidado y conservación de estas. La necesidad de producciones extensivas y la alta demanda de alimento de consumo humano han motivado al desarrollo de estos métodos. La importancia de los suelos en buenas condiciones radica en suministrar a las plantaciones lo mejor de los nutrientes, ya que de ello dependerán las cosechas. La necesidad de mantener los suelos saludables es primordial para realizar plantaciones adecuadas para el consumo de la humanidad. Las características básicas de un suelo sano, generalmente se notan cuando, el suelo es oscuro, suave y húmedo al tacto.

 

Problemas relacionados al uso incorrecto del suelo

 

Anteriormente no existían buenas prácticas de conservación de suelo por parte de los agricultores, entre el uso inmoderado de maquinaria y productos químicos, la agricultura intensiva, la tumba, roza y quema, algunas tierras se deterioraron y deforestaron sin opción de ser rescatadas. Así mismo, la contaminación ambiental y los fenómenos climatológicos deterioran la cubierta vegetal, lo cual tampoco ayuda para la conservación de la tierra.

 

El desarrollo de enfermedades, la desaparición de insectos vitales como las abejas, la contaminación de nuestras aguas y tierras, la deforestación, la contribución al cambio climático. Estas son algunas de las consecuencias de la agricultura y ganadería industriales que, además:

 

 

Fuente:
https://www.gob.mx/firco/articulos/importancia-del-cuidado-de-las-tierras-de-cultivo?idiom=es