El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, fecha elegida por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer. El propósito de esta conmemoración es dar a conocer la enfermedad y difundir información al respecto, solicitando el apoyo y la solidaridad de la población en general, de instituciones y de organismos oficiales.

La enfermedad de Alzheimer es un desorden progresivo, degenerativo e irreversible del cerebro que causa la debilitación, la desorientación y una eventual muerte intelectual. Su nombre proviene de Aloís Alzheimer, un neurólogo alemán que en 1907 describió los síntomas que presentaba una mujer de 48 años como graves problemas de memoria así como las características neuropatológica de la enfermedad de Alzheimer. Y de esta manera reflejó el neurólogo el testimonio de su paciente, Auguste Deter, la primera persona en la Historia a la que se le diagnosticó una demencia:

«¿Cómo se llama usted?”, “Auguste”. “¿Apellido?”, “Auguste”. “¿Cómo se llama su marido?”, “Creo que… Auguste”.

La palabra demencia procede del latín “dementia” y significa, en primer lugar, locura. En 1915 fallecía Alois Alzheimer y su nombre pasó a designar la causa de demencia más común: la enfermedad de Alzheimer.

El Alzheimer no es un padecimiento psicológico, sino físico. Es una enfermedad del cerebro. Se cree que la genética juega un papel en su aparición, se sabe que una alimentación sana y el ejercitar la mente sirven a la prevención, se ha comprobado que antes de los 50 años los casos son pocos, se advierte que el proceso no es instantáneo sino progresivo.

Las demencias en general, pero la enfermedad de Alzheimer en particular, son hoy uno de los principales problemas tanto sociales como sanitarios en el que la familia aparece con frecuencia desbordada. En España la familia es la principal institución sobre la que recae la tarea de cuidar a las personas con Alzheimer, y más aún a las personas mayores, con tasas de atención superiores al 90%.

Por ello, todo el equipo asistencial debe implicarse en la educación y ayuda del cuidador principal en los cuidados básicos de la persona con Alzheimer para así obtener los mejores resultados en cuanto a mantenimiento de la mayor autonomía posible y durante el mayor tiempo posible por parte de la persona, evitando o disminuyendo la sobrecarga de cuidados por parte del cuidador.

Signos de alarma

Alzheimer´s Assotiation ha creado esta lista de señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Cada individuo puede experimentar una o más de estas señales a grados diferentes.  Si usted nota cualquiera de ellas consulte con su médico.

  1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana
  2. Dificultad para planificar o resolver problemas
  3. Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre
  4. Desorientación de tiempo o lugar
  5. Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan uno al otro en el ambiente
  6. Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito
  7. Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para recordar dónde estaban
  8. Disminución o falta del buen juicio
  9. Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales
  10. Cambios en el humor o la personalidad